La Tribu presente en conversatorio “Dignidad menstrual, mujeres en situación de calle, y la respuesta de los Estados a esta problemática”

novedades escuela salud menstrual Dec 16, 2021

Representando a Escuela La Tribu, y como parte de una Pasantía, nuestras estudiantes del Diplomado y Especialización en Salud Menstrual; Paloma Ayala Calderón, Camila Leiva Kauer, Diana Díaz Guereca y Catalina Albornoz A. expusieron este jueves 16 de Diciembre en el conversatorio “Dignidad menstrual, mujeres en situación de calle, y la respuesta de los Estados a esta problemática” organizado por la fundación Gente de la Calle a través de su Proyecto Menstruar en Calle 🩸

Guiadas por nuestra docente Marcela Maldonado -Matrona Feminista, Magister en Educación en Ciencias de la Salud- las estudiantes desarrollaron su ponencia en la cual abordaron los conceptos de Salud Menstrual desde una dimensión personal y pública, enfocándose en cómo resignificamos la menstruación y cómo debiese ser gestionada para menstruar de manera digna 💪🏼

Revisa el video del conversatorio AQUÍ

Esta es la transcripción de su presentación:

“Menstruación, su necesario posicionamiento en el ámbito público y los factores que imposibilitan vivir la menstruación de forma digna y saludable”

Catalina Albornoz: Antes de comenzar esta presentación, quisiéramos invitarlas e invitarlos a responder estas preguntas a modo de reflexión:

1.Al escuchar MENSTRUACIÓN ¿con qué palabra la relaciona?

2. ¿Cómo describirías hoy la experiencia en Salud Menstrual para niñas, mujeres y personas menstruantes en el mundo?

3. ¿Cómo crees que viven su menstruación las niñas y mujeres que están en situación de calle?

Personalmente, esta pregunta es la que más me ha hecho reflexionar y es que hace 15 años que me desempeño como matrona, he trabajado tanto en el sector público y privado, y nunca me lo había cuestionado de una manera profunda como hasta ahora, temas como los que trataremos hoy no fueron parte de mi formación universitaria, no más allá de alguna que otra práctica clínica, y mi experiencia es solo una muestra de lo invisibilizada que está la menstruación a nivel social, educacional y de políticas públicas y de salud. Cuando nos entregaron esta propuesta para presentar hoy, lo primero que nos preguntamos fue ¿Es sólo la menstruación la que debemos posicionar en el ámbito público? Y lo que ven en esta diapositiva es la definición de menstruación a la que cualquier persona que navega en internet puede acceder.

Entonces hasta acá pareciera ser un hecho biológico, personal, que les ocurre a las mujeres y que no es opcional. La menstruación es un proceso natural, parte del ciclo menstrual que actualmente es considerado un parámetro de salud para niñas, adolescentes mujeres y personas menstruantes, un indicador de bienestar, un signo vital como lo son el pulso y la presión arterial, y este parámetro de salud está inmerso en un concepto más amplio aún que es; SALUD MENSTRUAL. La UNICEF define la salud e higiene menstrual (SHM) como un concepto abarca aspectos del manejo de la higiene menstrual y otros factores como la salud, el bienestar, la igualdad de género, la educación, el empoderamiento de niñas y mujeres adolescentes y sus derechos. Por lo tanto, este concepto va más allá de una toalla higiénica y un sangramiento una vez al mes como nos han hecho creer hasta ahora, considera que lejos de ser un tema individual, es afectado por diversos factores, personales, sociales, culturales y ambientales. El cómo viva su menstruación y ciclo menstrual cada mujer, niña, adolescente nunca será igual a otra y estará condicionado por distintos factores personales y del entorno como, por ejemplo:

EXPERIENCIAS Y NECESIDADES DE CADA NIÑA Y MUJER: necesidades de educación, de acceso al agua y servicios básicos, necesidades de acceso a productos de recolección menstrual, necesidades de atención de salud relacionadas al ciclo y por lo tanto con enfoque de género, necesidad de acompañamiento.

COMO SIENTE VIVE Y PERCIBE SU MENSTRUACIÓN: Orgullo, miedo, vergüenza, asco, naturalidad, etc.

VIVENCIAS SOBRE EVENTOS VINCULADOS AL CICLO MENSTRUAL. Como presencia o no de dolor, cambios estados del ánimo que pueden interferir en las actividades cotidianas.

CREENCIAS Y REPRESENTACIONES. La menstruación como sinónimo de enfermedad, como sinónimo de desecho, el pasar de niña a mujer con la menarquia, el que los hombres no puedan comprenderlo solo por no vivirlo. El ciclo menstrual entendido sólo desde la capacidad reproductiva, la mujer histérica, la necesidad de medicalizar un proceso natural.

MENSTRUACIÓN COMO TEMA TABÚ. El que debe permanecer oculto, escondido, del que no se puede hablar públicamente, aunque pareciera que algo estamos avanzando, pero nos queda un largo camino.

Pero, como vimos, no solo los factores personales y del entorno están involucrados, también es necesario entenderlo desde una esfera pública, ya que el silencio en torno a este tema nos ha limitado a quienes menstruamos la capacidad de vivir en la sociedad de una manera igualitaria, porque pese a ser un proceso biológico está condicionado profundamente por lo social, cultural y político.

Paloma Ayala Calderón: Se estima que en Chile cerca del 30% de la población menstrua todos los meses. Aún así este ha sido un tema desplazado por años a un ámbito de exclusiva intimidad y privacidad, en donde se nos ha comunicado que debe ser gestionado de forma individual y oculta, y hemos aprendido desde pequeñas que la menstruación es un problema que debemos asumir de manera personal y silenciosa.

La menstruación es un fenómeno complejo que implica diversos ámbitos y áreas de conocimiento: la salud menstrual, puede ser analizada no solo desde lo personal, si no también desde distintas dimensiones cómo la dimensión familiar, comunitaria, la dimensión social, cultural y la dimensión política, todo esto además debiera ser siempre visto desde un enfoque de género, derechos y salud biopsicosocial e interdisciplinar. El silencio en torno a este tema nos ha limitado a quienes menstruamos la capacidad de vivir en la sociedad de una manera igualitaria, porque pese a ser un proceso biológico cómo mencione anteriormente está condicionado profundamente por lo social, cultural y político.

¿Por qué? Hablar sobre menstruación, es dejar al descubierto situaciones de discriminación, desigualdad y vulneración de derechos, en quienes menstruamos;el hecho de que la menstruación esté rodeada de mitos y tabúes que han generado vergüenza, miedos y falta de información por años,ha instaurado la idea de que la gestión de este proceso es total responsabilidad de quien menstrua y restando responsabilidad y acción sobre este tema a las politicas publicas a continuación nombraré algunas necesidades básicas que tienen directa relación con la experiencia menstrual que viven las niñas y mujeres evidenciando el por qué es un tema que debe ser tratado públicamente y sin juicios:

● el acceso a servicios básicos, cómo el agua

● el acceso a atención de salud

● el acceso a productos clínicos de higiene femenina; toallas, tampones, copitas, y que estos sean acorde 

● el acceso a infraestructura adecuada; por ej baños en espacios públicos, educacionales, laborales y su libre acceso.

● el acceso a información y educación sexual integral

Estudios realizados por UNICEF muestran que la menstruación es una causal de deserción y ausentismo escolar, ya sea por no tener los medios necesarios para su gestión y también por la vergüenza y estigma que esta tiene socialmente. Hablar por ejemplo del abordaje en la salud sobre este tema: no es una enfermedad y sabemos que el dolor no es normal, aún así un alto porcentaje de mujeres y personas menstruantes sufre de dolor pélvico crónico y afecciones asociadas a este proceso, ¿cómo atendemos este dolor desde la salud y también desde lo social/comunitario (Espacios educativos, laborales, mujeres y niñas en situación de calle)?

Además también es necesario considerar en este punto el acceso a los productos de gestión de menstrual, donde encontramos otra muestra de desigualdad, desde la correcta aplicación de estos, el tener acceso a poder cambiarlo las veces necesario, la privacidad, la elección efectiva del producto adecuado al contexto, hasta la regulación en los valores de estos: mujeres y niñas deben contemplar un gasto mes a mes de estos productos, gasto que no es contemplado cuando hablamos en materia de economía, por ejemplo en países como México y Colombia lograron reducir el impuesto a 0 de estos productos, además de la necesidad de estudio de calidad y el impacto en el medio ambiente.

Otros puntos que se hace muy necesario visibilizar y poner sobre la mesa, tales cómo: ● Visibilizar cómo es la experiencia menstrual en personas en situación de discapacidad, que garantías tienen de vivir este proceso socialmente de forma cómoda y segura.

● La visibilización de la menstruación en hombres trans y personas no binarias.

● y la falta de integración en políticas públicas:por ejemplo, ¿Son consideradas las mujeres y niñas en situación de calle cuando hablamos o nos referimos a salud y gestión menstrual, se cumplen acaso sus necesidades y derechos básicos?

Muchas veces somos excluidas o auto-excluidas de actividades básicas y esto se ha normalizado con el tiempo al creer que es asunto privado. Es deber garantizar los derechos de mujeres y niñas, y estos pasan por garantizar una experiencia menstrual digna, hoy en día existen tratados internacionales a los que Chile ha afirmado que apelan a promover una menstruación saludable, cómoda, en igualdad y totalmente informada para niñas y mujeres que es necesario que estos sean tomados en cuenta y puestos en práctica sobre todas las mujeres y niñas que menstrúan en todos los espacios y sin excepción.

Menstruar es tremendamente político, hablar de ello y visibilizarlo nos muestra que temas como educación, salud, economía y medioambiente son aspectos que deben tomarse en cuenta a la hora de poner en marcha políticas públicas que busquen abordar este tema. 

Camila Leiva Kauer: Además de político menstruar es económico, aquí mostramos un estudio del SERNAC del año 2021 ¿Por qué es un problema para las niñas y mujeres en situación de calle? En pleno siglo XXI alrededor de la mitad de la población del planeta menstrúa, ha menstruado o menstruará cada mes.

En el caso de las mujeres, niñas y jóvenes en situación de calle, existen múltiples barreras para acceder a los insumos indispensables para una adecuada gestión menstrual. Una población que ya es discriminada por su condición de pobreza, por los estigmas y prejuicios acerca de su condición de vida en la calle, vive esta situación como un problema permanente, principalmente debido a las siguientes razones:

a) Tener disponible un entorno seguro y privado para el higiene personal y cambio de ropa, es una condición difícil de obtener cuando se vive en la calle. Porque no podemos romantizar el uso de productos de gestión menstrual para las mujeres y niñas en situación de calle, lo que ellas necesitan ahora ya son recursos para gestionar su menstruación, es decir, si aún no tienen acceso a agua potable en espacios seguros, no podrán usar copas menstruales ni toallas de tela.

b) El costo de los productos clínicos de higiene femenina (toallas, tampones, copas menstruales) supone un costo alto para quienes no tienen ingresos fijos.

c) El acceso a atención médica e información adecuada depende de la cobertura de atención en salud, que no tienen, al carecer de un empleo estable.

d) No tienen acceso a educación en salud sexual y reproductiva que incluya el tema de la higiene, gestión menstrual y el manejo de malestares propios del periodo.

“Según el organismo de las Naciones Unidas encargado de la salud sexual y reproductiva no dice que: La desigualdad de género, la pobreza extrema, las crisis humanitarias y las tradiciones nocivas pueden tornar la menstruación en una etapa de estigma y privaciones. [...] Una variedad de factores afectan la manera en que son tratadas las mujeres y las niñas durante la menstruación [...] Estas ideas pueden dar lugar a obstáculos a las oportunidades, reforzando así la desigualdad de género. [...] La pobreza y las crisis humanitarias pueden limitar el acceso de mujeres y niñas a suministros para la salud menstrual culturalmente apropiados e instalaciones privadas de lavado seguras. Ahora, en general, para todas las personas,

¿Por qué es importante hablar de menstruación y resignificarla? Es importante hablar de manera natural y normal sobre la menstruación es el primer paso para deconstruir mitos y tabúes porque de esta forma se ayuda a desmontar la cultura de la vergüenza y de la desinformación que han existido desde hace miles de años y abordar la salud de las mujeres desde una perspectiva integral.

Debemos considerar que los cuerpos de las mujeres y niñas menstruantes están en constante devenir durante cada uno de sus ciclos, y los factores que afectan son el dolor, la hinchazón, las molestias menstruales que van desde el nivel de socioeconómico, cultural, político hasta geográfico, por lo tanto, cualquier perturbación externa va a influir en la salud y se va a manifestar de una u otra manera en el ciclo menstrual. Es por esto que necesitamos urgentemente resignificar la menstruación,

¿Cómo?:

· Generar políticas publicas Generar políticas públicas es el punto más importante porque las mujeres y niñas menstruantes por derecho deben tener acceso a productos clínicos de higiene menstrual, en espacios seguros y con acceso a agua. Las mujeres en situación de calle no solamente son excluidas del sistema económico -lo que complica su acceso a productos menstruales eficaces y seguros- ellas están en el olvido y esto provoca que no sean concebidas como participantes válidas, se ve que el estado y la sociedad las criminalizan y discriminan. Es por ello, que se debe garantizar a todas las personas acceso a información sexual y reproductiva, apoyo en la gestión menstrual y servicios de anticoncepción amplios en condiciones de igualdad y sin sufrir discriminación, condicionamiento o violencia, reconociendo, por tanto, sus derechos. Se debe contar con un respaldo de leyes y políticas adecuadas en las que se incluya a la gestión menstrual como parte del ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, como obligación de cumplimiento para todas las niñas, mujeres y personas menstruantes en estado de vulnerabilidad.

· Acceso a la educación sin discriminación Es necesario recordar que la educación es un derecho universal que se relaciona con el pleno desarrollo de la persona se sugiere una educación comprometida con cada una de las niñas y mujeres porque la relación existente entre menstruación y educación no existe, es desigual entre las clases sociales. Es necesario considerar que la información transmitida debería de partir de una pedagogía incluyente, que reconozca a las mujeres, niñas y personas menstruantes como a las personas con las que se relacionan, por lo que no solamente las mujeres que experimentan la menstruación han de ser informadas sino todas aquellas personas con las que tienen relación: tanto actuales como potenciales empleadores, funcionarios y servidores públicos, así como vecinos, amigos y familiares.

· Definir el ciclo menstrual como quinto signo vital El ciclo menstrual es una parte tan central de nuestro ser que nos puede dar señales tempranas sobre el estado de salud de todo nuestro cuerpo, ya que, cuando hay problemas de salud, se experimentan importantes alteraciones del ciclo y este es el valor que debemos considerar, al ciclo menstrual como quinto signo vital. Conocer nuestra menstruación así como estar atentas a nuestro ciclo menstrual en general, podemos tomar conciencia sobre cómo nos sentimos durante el periodo, transmitir esta información concreta a un médico con la finalidad de tratar a tiempo. El estrés, por ejemplo, es un factor de alteración menstrual muy trascendental al que ponemos poco cuidado, es decir, el cómo estamos mental y emocionalmente se manifestará de una u otra manera en nuestro ciclo y en nuestro cuerpo.

• Crear conciencia sobre la salud, cuerpo e higiene femenina Hoy en día aún persiste la ignorancia y las falsas afirmaciones sobre la salud menstrual, por tanto, en este escenario, si compartimos experiencias reales, sin miedo y sin anonimatos, podremos ayudar a que más mujeres sepan cómo afrontar los días de menstruación, incluso desde puntos tan básicos e importantes como cuáles son las diferencias entre las toallas higiénicas, los tampones y las copas menstruales, y por qué debemos optar por una u otra alternativa, ya que, el ciclo menstrual, varía de mujer a mujer. Hablar sobre el ciclo menstrual es un momento de mayor autonomía y decisión sobre nuestros cuerpos. Una persona que sabe cómo es su ciclo, puede estar preparada para él.

• Generar impacto a la sociedad Sabemos que el cambio de mentalidad es un proceso largo, pero si nosotras no alzamos la voz e iniciamos el cambio no lograremos evolucionar como sociedad, por ello, es necesario realizar un esfuerzo colectivo para que la menstruación y muchos temas femeninos dejen de ser un tabú. Con esto esperamos que en el futuro se deje de utilizar a la menstruación como excusa para maltratos y burlas a las mujeres y niñas en el mundo laboral, educativo y en la calle. La menstruación no es ni un castigo, ni un problema, ni una maldición sino un proceso funcional del cuerpo humano. La menstruación es como respirar, es un proceso natural de las mujeres y niñas independientemente de la condición o clase social, que debemos tratar con dignidad.

 

Imagen gentileza Fundación Gente de la Calle

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